El calor favorece el flujo de sangre en la zona tratada, este efecto es denominado hiperemia, brindando un efecto analgésico, eliminando o minimizando dolores y molestias; colabora en la nutrición de los tejidos y acelera el proceso habitual de la eliminación de toxinas del organismo, de igual manera produce un efecto sedante, relajante y des inflamatorio.
Terapia fría
La terapia fría se aplica en patologías musculares y articulares durante las primeras 72 horas después de sufrir un golpe, esguince, rotura de fibras (desgarro), traumatismo sin herida abierta, entre otras.
Es un tratamiento mínimamente invasivo que favorece la disminución de la temperatura y la inflamación, favorece la circulación, disminuye el dolor y el espasmo muscular.